UNA CRÍTICA A LA "NUEVA TRADUCCIÓN EN LENGUAJE ACTUAL" DE LA BIBLIA

26.09.2021
En los años sesenta se inició un movimiento internacional para la traducción de la Biblia en lengua común en varios idiomas, con el objetivo de huir de la revisión y actualización de las traducciones consagradas de siglos anteriores y proponer traducciones directas a un nivel de lengua que permitiera la lectura al mayor número de personas con baja escolaridad. En este sentido, en Brasil, alentada y apoyada por la Sociedad Bíblica Americana, se publicó en 1988 la edición definitiva de la "Biblia en el Idioma de Hoy", cuya revisión dio origen en 2000 a la "Nueva Traducción en el Idioma de Hoy". Sin embargo, su propuesta encontró dificultades para ser aceptada por algunos de sus lectores objetivo, especialmente entre los líderes religiosos y los académicos en el campo de la teología, precisamente porque proporcionaba al lector una traducción domesticada. Este trabajo es una crítica de la citada traducción cuyo objetivo es analizar su proyecto de traducción a partir de los postulados del campo de los Estudios de Traducción. Los fundamentos teóricos y metodológicos de esta investigación fueron: Geisler y Nix (2006), Giraldi (2013) y Raupp (2015), sobre la historia de la traducción de la Biblia, Schleiermacher ([1813], 2010), sobre los métodos de traducción, así como Nida (1964), Lutero ([1530] 2006) y Meschonnic (2010), sobre las reflexiones provenientes de la traducción de la Biblia. También añadimos los principios de la crítica textual aplicada al texto bíblico que se encuentran en Paroschi (1993). El análisis del corpus siguió las directrices del modelo de crítica de la traducción de Antoine Berman (1995; 2002; 2013). Se trata, por tanto, de una investigación descriptiva, cualitativa, bibliográfica y documental. Tras la descripción del proyecto de traducción, para analizar el aspecto textual confrontamos el texto fuente y el texto meta en el pasaje de "Romanos", capítulo 5, observando como referencia la acción de las tendencias deformadoras según Berman (2013). El recorrido histórico nos permitió ver que desde la Edad Media hay una preocupación por hacer accesible el texto bíblico o en lengua vernácula o adecuado al registro lingüístico de los lectores menos cultos, como hicieron los reformadores, especialmente Lutero con su traducción al alemán. Como práctica, la traducción de la Biblia también ha contribuido a la formulación de reflexiones teóricas. La "Nueva Traducción a la Lengua" actual es etnocéntrica hipertextual porque su proyecto se orienta a adaptar el texto-fuente a las condiciones lingüísticas, sociales y culturales de los hablantes poco instruidos del Brasil de la segunda mitad del siglo XX, ignorando la herencia extranjera de la lengua de partida. El proyecto de traducción de esta obra está en consonancia con los aspectos genéticos e ideológicos de la propia Biblia: los autores, en su mayoría y especialmente de los textos del Nuevo Testamento, fueron hombres de baja escolaridad que escribieron en un lenguaje coloquial para gente también inculta, considerando que uno de los propósitos teológicos de la Biblia es que el mensaje del Evangelio llegue al mayor número de personas posible. De este modo, una lengua culta estaría en contradicción con estos dos aspectos. En el análisis del texto, además de los aspectos formales y de contenido, encontramos nueve de las trece deformaciones de Berman; la racionalización, la clarificación, la destrucción de sistemáticas y la destrucción de ritmos fueron las más recurrentes. Pero éstas, a su vez, están al servicio y se justifican por el proyecto de traducción de la obra y la posición y el horizonte del traductor. Creemos, por último, que las críticas negativas que ha recibido esta obra pueden deberse al desconocimiento de la propuesta de la obra y a su mal uso para fines que no estaban previstos, que son su utilización en los ritos públicos y en la instrucción religiosa de los fieles.
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